PALABRAS DE AGRADECIMIENTO
En 2015 retome el camino que había comenzado en
Argentina, respecto a mi vocación diaconal. Dando una mirada hacia atrás, surge
en mi un profundo sentimiento de agradecimiento:
A Dios por esta llamada a servirle, a través del
sacramento del orden diaconal
A mi familia y en especial a mi esposa, cuyo apoyo
ha sido imprescindible
A los sacerdotes que me aconsejaron y a los que me
dieron un testimonio digno de seguir
A los profesores que me enseñaron y me educaron en
este hacer religioso
A los compañeros con los que compartí horas de clase
y jornadas de retiro
A los hermanos de la Comunidad de los Siervos de Cristo
Vivo donde he tratado de vivir esa espiritualidad que nos transmitiera Emiliano
Tardif y en especial a Enrique Vilar que supo aconsejarme en los momentos
difíciles
A todos ellos y a los que seguramente me estaré
olvidando, mi más sincero agradecimiento.
Ahora, en este presente como Diácono Permanente
ordenado y consagrado para el servicio de la caridad, la liturgia y la Palabra;
espero con la Gracia de Dios poder servir, siguiendo esa imagen de “Cristo siervo” y
que todo ese hacer sea para la Gloria de Dios.
A quien lo ha leído, un abrazo y seguimos unidos por
el Amado.
diácono permanente Daniel
diácono permanente Daniel