RETIRO
DE SANACIÓN – P. Darío Betancourt
23 y 24 de septiembre de 2017
Querido
hermano, PAZ y BIEN.
Demos gracias a Dios por todo lo que
se derramó en bendición en el retiro del P. Darío Betancourt. Hemos tenido unas
jornadas en donde el Espíritu actuó en todos los que asistieron y en muchos
casos, en forma de sanación física o espiritual.
El P. Darío
Betancourt fue dirigiendo las jornadas para llevarnos a tener un encuentro
personal con Jesús vivo “de ojos abiertos y corazón palpitante”, como diría S.
Juan Pablo II. Todo el retiro fue centrado en Él, en Jesús Vivo.
Comenzó
con una pregunta directa: ¿Por qué nuestro testimonio acerca de Jesús es a
veces tan vacío? ¿Por qué no tiene fuerza?
Y nos
fue desgranando enseñanza tras enseñanza a la Luz de la Palabra de Dios cuál es
el “método de Jesús”
La
oración, el esperar en Él es el primer paso de este método. El P. Darío nos fue
mostrando como la oración no es sino la felicidad de poseer a la persona amada.
El que ama está anhelando escuchar la voz del amante, pasar tiempo con Él.
Cuando nos acercamos a Jesús ¿Vamos así? ¿Vamos con la alegría del encuentro? ¿Vamos
anhelantes de ese encuentro íntimo, personal que nos quiere regalar Jesús como
recoge Isaías 62:4-5?
“No se dirá
de ti jamás «Abandonada», ni de tu tierra se dirá jamás «Desolada», sino que a
ti se te llamará «Mi Complacencia», y a tu tierra, «Desposada». Porque Yahveh
se complacerá en ti, y tu tierra será desposada. Porque como se casa joven con
doncella, se casará contigo tu edificador, y con gozo de esposo por su novia se
gozará por ti tu Dios.”
Este
deseo, este anhelo diario de ver al Amado es especialmente importante los
momentos de decisiones importantes ¡Cuántas veces, hermano, ante decisiones
importantes consultamos con tantas personas y nos olvidamos de estar con Él! Pasar
tiempo con Él, es la clave, sin hacer nada más ni decir nada más que “Aquí
estoy”.
El
segundo paso del “método de Jesús” es sumergirse en ese baño de agua viva que
es la Efusión del Espíritu Santo. Pudimos profundizar en su significado y orar
con los hermanos pidiendo una nueva efusión del Espíritu Santo. ¡Cuántas
gracias derramadas por el buen Dios!
El
tercer paso es el Poder, el poder de Dios que actúa y lo ejerce en nosotros, es
el mismo poder que utilizó el Padre al resucitar a Jesús. El P. Darío nos fue
enseñando cómo realizar una oración con poder.
La
penúltima enseñanza versó sobre como romper los lazos que hemos realizado con
el diablo ya sea por juegos de adivinación (aunque fuera por ignorancia o
simplemente por diversión), new age, reiki, yoga, supersticiones, etc, etc,
etc. Como delante de Jesús vivo presente en la eucaristía hacer un acto de
rechazo a cada una de las acciones en las que “hemos jugado con el diablo” en
nuestra vida. Rechazarlas en el nombre de Jesús una a una.
La
última enseñanza fue sobre el mandato de Jesús: Id y proclamad la Buena noticia
y ¡curar a los enfermos! Hermano, la evangelización es proclamación y sanación,
¡no sólo proclamación! Si proclamamos el Señor colabora con nosotros y confirma
con signos lo predicado. Y ese mandato de predicación y sanación es para todos
y cada uno de los discípulos de Jesús. ¡para todos y cada uno de nosotros! ¡hermano
tú y yo hemos sido elegidos y llamados para esto! El P. Darío nos fue mostrando
como este mandato aparece claramente en la Palabra de Dios en Lucas 9, 1-6;
Mateo, 10; Lucas 10; y la conclusión del evangelio de Marcos (Marcos 16, 14-20).
Los signos no son cuestión de épocas pasadas sino que Dios es el mismo ayer,
hoy y siempre y sigue actuando por Amor a sus hijos con su todopoderoso amor.
Con ese
Amor, Jesús viene en la eucaristía vivo, presente no “a hacer turismo” sino a
liberar, sanar, perdonar, transformarnos. Por eso la eucaristía es el punto
central, el culmen de la vida de la Iglesia, ¡de nuestra vida! Así lo fue
también en el retiro.
Cualquier
eucaristía es una eucaristía de sanación, de profunda sanación real. Por eso
pudimos vivir para Gloria de Dios varios testimonios de sanaciones, que siempre
son solo una pequeña muestra, la punta del iceberg, de lo que los presentes
pudimos vivir. ¡Tantos hermanos profundamente tocados por el Señor!
Hay que
destacar la presencia de varios sacerdotes que no solo nos acompañaron con todo
su cariño, sino que, además, se ofrecieron a escuchar en confesión a tantos
hermanos necesitados de la gracia de Dios. Ellos fueron testigos directos de
cómo las enseñanzas del P. Dario calaban en los corazones. El retiro hubiera
quedado incompleto sin su acción ministerial. Gracias, hermanos sacerdotes.
VAYAN Y CUENTEN, nos dirá Jesús. Es
que el testimonio de que lo que hemos recibido es para gloria de Dios y una
manera para evangelizar, pues con ello confirmamos que JESÚS VIVE HOY y sigue
realizando prodigios.
Hermano, te agradeceríamos que escribieras tu testimonio y lo mandaras a nuestro
email: siervoscas@gmail.com Igualmente
lo dijeses a los hermanos que vinieron contigo y que, por no tener correo
electrónico, Facebook, etc… no van a leer este mensaje.
Tenemos intención de colocarlos en
nuestra página web y también mandárselos al P. Darío para que le sirvan en su
evangelización.
Muchas gracias y esperamos tus
noticias.
Que el Señor te bendiga.
Comunidad Siervos de Cristo Vivo.
Casa Magníficat de Castellón.
FOTOS DEL RETIRO