RETIRO CON EL P. DARÍO BETANCOURT
Dentro de los actos programados para celebrar el décimo
aniversario de la fundación de nuestra Casa de Castellón, debemos resaltar el
Retiro que tuvo lugar los días 29 y 30 de septiembre, dirigido por el P. Darío
Betancourt.
El retiro tuvo lugar en el hotel Jaime I de Castellón, con
una asistencia de unas 150 personas, de las cuales 62 provenían de otras
provincias como Madrid, Murcia, Alicante, Barcelona, etc.
El tema del retiro fue sobre “el discípulo”, el que aprende
a vivir tal como le enseña su maestro, Jesús. El P. Darío, con toda la fuerza
de su palabra, nos fue introduciendo en la práctica de lo que el discipulado
nos está exigiendo en el día de hoy. La verdad es que caló en todos los
asistentes, viéndose en la acogida y respuesta de toda la asamblea.
El ministerio de música lo llevó Marcelo, el cual hizo
bailar a chicos y a grandes; fue una bendición del Señor. Impactaron también el
testimonio de dos personas, una sanada del corazón y otra de un cáncer.
Tuvimos momentos de adoración, alabanza y Eucaristías, donde
el Señor se derramó y el Padre Darío anunció diversas sanaciones. La eucaristía
del domingo tuvo lugar, como ya es costumbre, en la Iglesia del Colegio de la
Consolación, la cual se llenó por completo.
Damos gracias al Señor por todas las bendiciones recibidas y
pedimos al Señor que el Padre Darío siga siendo instrumento de bendición para
su pueblo.
Invitados por los Coordinadores regionales de la Renovación
Carismática, dos hermanos de nuestra Comunidad dirigieron la Asamblea de
Cataluña los días 6 y 7 de octubre. El lema que habían propuesto era: “¡Ánimo!,
soy Yo. No temáis”. Así, pues, una vez presentada la figura de Jesús, de quien
nos podemos fiar plenamente, se presentó el tema de los “miedos” que tanto nos
alejan de la confianza que hay que tener en nuestro Dios; miedos, a la vez, que
tanto nos cohíben frente a los compromisos que debemos tomar en favor de
nuestros hermanos.
Hay que alabar y bendecir al Señor por la fuerza que el
Espíritu pone en los corazones cuando se es llamado a proclamar el Reino de
Dios. Nuestros hermanos dieron testimonio, a su regreso, de lo que el Señor
había obrado en ellos, que, a parte de quitarles los miedos, les dio serenidad
y unción para hablar de lo que la Asamblea necesitaba en esos momentos. Gloria
al Señor.