ACCION DE GRACIAS Y CENA FIN DE AÑO 2002
El 28 de diciembre la Casa de la Comunidad resultó pequeña
para acoger casi el centenar de personas que acudieron para dar gracias a Dios
por el año que terminaba y pidiendo por el próximo año 2003.
Este era el segundo año que se realizaba tal acto y había
mucho entusiasmo y expectación para poder participar; la verdad ha sido que
tuvimos que restringir la propaganda porque hubiéramos necesitado un salón para
150 personas.
Lo espectacular del acto es poderse encontrar, en armonía y
paz, hermanos de diversas naciones, principalmente sudamericanas, que
compartían fe y mesa. Es una bendición de Dios que ha regalado a la Casa
Magnificat de Castellón, poder acoger a estos hermanos inmigrantes, necesitados
tanto en lo espiritual como en lo material. Es como una llamada, como un
carisma que se nos ha entregado para atender, en estos momentos especiales de
la historia, una triste realidad: el desarraigue, para unos hermanos, de su
cultura, de su familia, de su patria y de sus seres queridos.
La eucaristía, celebrada por el P. Ricardo, estuvo emotiva y
seguida con fervor por todos los asistentes. El P. Ricardo estuvo muy acertado
en su homilía porque sus palabras calaban en lo más hondo de sus oyentes;
especialmente cuando dijo: Buscamos y deseamos la paz, pero la paz nos viene a
través de la justicia, y no puede haber justicia sin el perdón; Jesús nos trae
la paz con la justicia, con la verdad y perdonándonos. Éste es el camino de la
paz verdadera.
Acto seguido se preparó la cena compartida, en donde no
faltó el buen humor y la alegría. Cada hermano, con todo cariño, traía un plato
especial que encajaba con el resto, como si fuese un puzzle y el conjunto
resultó una cena maravillosa. Para terminar se rifó una soberbia cesta de
Navidad de dos pisos, que para mayor algarabía de los presentes, los dos
primeros agraciados la regalaron para nuevo sorteo.
Para terminar, destacar la armonía que reinó entre los
hermanos de los diversos países, en donde no se diferenciaba el de aquí y el de
allá. La Navidad nos unió a todos y nos hizo vivir una noche inolvidable.