EVANGELIZANDO EN LA DIÓCESIS DE TORTOSA
Desde la
casa Magnificat de Castellón queremos compartir una experiencia de
evangelización que hemos iniciado.
Fue el padre Emilio, perteneciente a la diócesis de Tortosa, quien nos invitó a
participar en unos cursos de formación que junto con otros sacerdotes han
iniciado en su diócesis. El padre Emilio estuvo en Castellón en el último
retiro del padre Darío Betancourt y nos comentó que también había estado en
Santo Domingo.
Pues bien, el domingo 10 de Diciembre salimos en dirección a Tortosa y
continuamos por Gandesa hasta llegar a Villalba dels Arcs, donde nos esperaba
el padre Emilio, y con él fuimos hasta la Pobla, donde el padre Emilio celebró
la misa, ya que lleva la parroquia de tres pueblos. Paquita hizo la presentación
del grupo, invitando a los hermanos a participar en las charlas de la tarde.
Después de comer, en Villalba, a las cuatro fuimos a la iglesia, el padre
Emilio nos explicó su plan de Evangelización, en el cual quiere que
participemos y la experiencia que tuvo en Londres con la iglesia Anglicana.
También nos acompañaron en el ministerio de música tres jóvenes sudamericanos,
procedentes de Barcelona que se dedican a la evangelización a través de la
música.
Fue Andrés quien empezó con el tema de la oración, la necesidad que tenemos de
orar y a través de ella que el Señor nos transforme para poder llevar su luz, y
la esperanza a los demás. Continuó Chesca hablando del Amor de Dios y de la
entrega de Jesús para nuestra Salvación; luego Regina explicó lo que es un baño
de luz e inmediatamente se expuso el Santísimo y Chesca dirigió el baño de luz,
al mismo tiempo los sacerdotes de la diócesis aprovecharon para confesar.
La próxima participación será a finales de Enero para hablar del Espíritu
Santo.
Estamos contentos y damos gracias al Señor, pues sabemos que es Él quien abre
caminos. Pedimos oración a los hermanos para que sepamos responder y estar
atentos a su llamada
FINAL DE AÑO CON LOS MARGINADOS.
Desde muchos años la Comunidad colabora con el P. Ricardo quien tiene
varias casas en donde acoge a toda persona que la sociedad desecha por su
condición de no tener nada, salvo drogadicción, alcoholismo, etc.
En esta ocasión, dentro del espíritu de Navidad y de final de Año, el 30 de
diciembre, una treintena de hermanos de la Comunidad y colaboradores acudimos a
una de estas casas de acogida. El P. Ricardo celebró la Eucaristía y de nuestra
parte dimos la mayor solemnidad al acto con nuestros cantos y guitarras. Fue
una alegría ver a estos hermanos, en medio de su situación, cantar y alegrarse
con los villancicos navideños. Más aún; el P. Ricardo nos comentó que uno de
esos muchachos nunca había entrado en una iglesia y la vez que lo hizo, no estuvo
más de dos minutos; y en esta ocasión permaneció y participó en toda la
Eucaristía.
Después de la Eucaristía compartimos un buen rato con esos hermanos; no faltó
dulce ni alegría. Entre todos había una charla amena y distendida como si nos
hubiésemos conocido toda la vida.
De regreso a la Comunidad, tuvimos una hora de Adoración y cenamos todos juntos
para terminar el año unidos y en fraternidad.
Damos gracias a Dios por habernos deparado una jornada tan completa y rica en
bendición.