ACCION DE GRACIAS DE FIN AÑO 2001
Se estaba terminando el año 2001 y la Comunidad Siervos de Cristo
Vivo sentía la necesidad de reunirse con todas aquellas personas que
normalmente acuden a la Casa Magnificat, dar gracias a Dios por todo lo
recibido durante el 2001 y compartir con ellas unos momentos de fraternidad y
acogida.
Para ello, se escogió el día 30 de diciembre, domingo por la
tarde.
La iniciativa tuvo una respuesta extraordinaria. Éramos casi cien
personas; la Casa estaba a tope. Batió todo récord. La alegría que se respiraba
no tenía límites. En lugar destacable había un cartel que decía:
GRACIAS, SEÑOR,
POR TUS BENDICIONES RECIBIDAS DURANTE EL
AÑO 2001.
El P. Ricardo celebró la Eucaristía y destacó en su homilía que
dar gracia es fuente de vida, tanto cuando damos gracias a Dios, como cuando
damos gracias a nuestros hermanos, por todo lo que hemos recibido a través de
ellos. En el momento de las peticiones, una representación de cada país
presente (había unos ocho países diferentes) fue haciendo su acción de gracias
y su petición y es ahí en donde se destacó la solidaridad de los pueblos,
haciendo referencia especialmente a los últimos acontecimientos de Argentina y
a la catástrofe del incendio habido en Lima, Perú. Verdaderamente nos sentimos
hermanos.
Terminada la eucaristía, entre todos, se organizó el banquete, con
la comida y bebida que cada uno había traído para compartir. Estábamos
apretaditos pero todos pudieron sentarse. La verdad que se repitió lo de la
multiplicación de los panes: todos comieron hasta saciarse y todavía sobró.
En el momento de los brindis, no faltó la iniciativa de los
participantes y su chispa para comunicarse. El micrófono iba pasando de mano en
mano y el buen humor no faltó en ningún instante. En medio del regocijo y de la
distensión, no faltó la invitación para un Seminario de Vida que se llevaría a
cabo en el mes de enero.