CELEBRANDO LOS 15
AÑOS DE SU FUNDACIÓN.
AÑO 2012
AÑO 2012
La Casa Magnificat
de Castellón estuvo de fiesta los días 28 y 29 de abril; al celebrar los 15
años de su fundación; la Casa Magnificat se ponía de largo y era para
celebrarlo con alegría y gozo pero sobre todo con una acción de gracias a Dios
por todas las bendiciones recibidas en el transcurso de ese tiempo. Realmente
podemos decir: Grande es el Señor, pues ha hecho maravillas; es un milagro
patente.
El día 28 por la
tarde, después de la alabanza, nuestros hermanos de la Comunidad de Madrid, a
través de Javier, hizo una clara y magnífica exposición de la fundación de la
Comunidad Siervos de Cristo Vivo, pero deteniéndose, principalmente en los
fines y razón de la Comunidad según los propios Estatutos. A continuación, no
pudo faltar, la adoración a Jesús sacramentado, en donde la alabanza y la
acción de gracias resaltaban lo que estábamos viviendo.
El día 29, domingo,
por la mañana tuvimos el acto central de la celebración. En primer lugar,
varios miembros de la Comunidad presentaron la historia de la Casa Magnificat
en esos 15 años, y lo hicieron a través de los diversos ministerios
establecidos en la Casa. Deseábamos hacer participantes a los asistentes de
cómo el Señor nos fue bendiciendo para bien y ayuda de tantas personas
necesitadas.
A las doce horas
llegaba nuestro Señor Obispo, Monseñor Casimiro López. Era el día del Buen
Pastor y llegaba como Pastor nuestro, con todo el cariño y afecto de padre. En
la celebración de la Eucaristía, nos dirigió una homilía muy sentida. Se podría
resumir con las siguientes palabras:
Al dar gracias a
Dios por los 15 años de la presencia de la Comunidad en la diócesis, por la que
el Señor se ha derramado con tantas gracias a favor de las personas que se han
acercado a la Casa como a las que han llamado al Teléfono de la oración, todo
ha demostrado, dijo, que Cristo está Vivo. El Señor os está llamando a la nueva
evangelización; pero esa evangelización, lo sabéis bien, solo se puede realizar
si os dejáis evangelizar, es decir, que os dejáis empapar por el amor de Dios
en la eucaristía. Tomemos baños de eucaristía, a la manera que se toman baños
de sol. Seamos renovados por la acción del Espíritu Santo y que vuestra
Comunidad sea dócil a la acción del Espíritu Santo para que nos transforme en
todas nuestras acciones. Tened compasión (com-pasión) por los que sufren, por
los alejados; os aliento a orar por las intenciones que os llegan a vosotros, a
orar por los que acuden a vosotros, buscando sanación, buscando que Dios tenga
misericordia.