Nikol Baldacchino
Pocos días antes de que se jubilase un famoso banquero le preguntó el nuevo director del Banco: "Señor, ¿cuál fue el secreto de sus éxitos? Su contestación fue ésta: "'te puedo responder en dos palabras: Serás un buen director, si tomas buenas decisiones" .
El nuevo director del banco no debió quedar muy satisfecho con la respuesta, porque al día siguiente volvió a preguntarle al anterior y anciano presidente: "Señor, ¿cómo puedo llegar a tomar buenas decisiones? "El viejo banquero replicó con rapidez: "Hijo para responderte me basta una palabra: experiencia".
De nuevo, el joven director quedó desazonado con la segunda respuesta, y al día siguiente volvió a insistir a su ilustre predecesor: "Señor, ¿cómo obtuvo usted la experiencia?" Su tercera respuesta fue breve, pero sorprendente: "Muy fácil. De nuevo me bastan dos palabras. Obtendrás experiencia, a partir de las decisiones equivocadas" .
De este sencillo relato podemos aprender que un buen liderazgo es el resultado de unas buenas decisiones. Pero sólo en la ruta para adquirir experiencia, es casi imposible no adoptar un día u otro decisiones equivocadas. ¿Cuáles son esas decisiones erróneas que toman muchos responsables? ¿Cómo a partir de ellas, podemos aprender a tomar decisiones acertadas?
Decisión equivocada n° 1 : Descuido de la vida de oración
El escondido poder impulsor de la Renovación Carismática y de las demás formas de renovación espiritual es la oración ferviente. Es imposible pretender que la Renovación crezca en número y en calidad hasta ser una fuerza transformativa en la Iglesia, sin tener responsables y líderes que sean hombres y mujeres de oración.
Bastantes dirigentes suelen citar un número de causas por las que sus grupos no crecen. A pesar de ser ciertos los problemas de desencanto, el síndrome de puerta giratoria (por donde entro, por allí me salgo ), la falta de colaboración por parte de autoridades eclesiásticas, los conflictos internos, etc., sin embargo, Jeremías da una causa diferente de la falta de crecimiento en la obra de Dios:
'Es que han sido torpes los pastores y no han buscado al Señor; así no han actuado cuerdamente y toda su grey se dispersó" (Jer 10,21). Según este texto, muchos responsables cristianos han sido torpes en buscar la voluntad de Dios y su estupidez provino de su falta de oración.
Peter Wagner entrevistó a 572 pastores protestantes por toda América sobre el tema de su vida de oración. El tiempo medio empleado en oración por aquellos pastores cada día era de 22 minutos. (Se habla de oración en sentido estricto; no del estudio de la Sagrada Escritura, ni de la lectura de libros piadosos o de la audición de grabaciones religiosas).
Según dicha encuesta un 57% oraban menos de 20 minutos al día. Uno de cada tres pastores (un 34%) oraban de 20 minutos a una hora cada día. Solamente un 9% oraba una hora o más cada día.
"Ser llenos de Espíritu Santo está en proporción directa con nuestra oración". ¿Cómo podemos prometernos que el Señor 'actuará por nuestro medio, si no buscamos su rostro? ¿Como vamos a crecer en los frutos del Espíritu Santo y en el conocimiento del uso acertado de sus dones, si no dejamos que Dios nos instruya en la oración?
Si queremos ver una Renovación que brota pujante, florece y madura, arrepintámonos del pecado de falta de oración.
Decisión equivocada n° 2: Dirigentes que guían sin perspectiva
¿Significa perspectiva o visión saber que estamos en marcha? Le pregunté una vez al responsable de un grupo: " ¿Qué planes tienes para el año que comienza en tu grupo?" Su respuesta fue: No lo sé con exactitud, pero haré cuanto se pueda". ¿cómo un responsable va a "hacer cuanto se pueda", si no tiene una perspectiva, unas finalidades y una estrategia? Si no nos preocupamos en conocer y en realizar la misión que Dios nos ha dado, otros (el mundo) nos impondrán sus valoraciones.
Hacia el fin de su vida San Pablo podía afirmar: "He competido en la noble competición, he llegado a la meta en mi carrera, he conservado la fe" ( 2 Tm 4,7). No podría haberlo proclamado con tal seguridad, si no hubiese retenido con firmeza la perspectiva y la visión de Dios sobre su vida. Dios tuvo un plan sobre la vida de Pablo: "El Señor le contestó a Ananías: 'Vete, pues éste me es un instrumento de elección para llevar mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel'." (Hch 9,15). Pablo retuvo siempre ante sus ojos esta finalidad: "Corro hacia la meta para alcanzar el premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús" (Filipenses 3,14) .
El tener perspectivas motiva el avanzar. ¿Habéis visto alguna vez las carreras de galgos? El organizador coloca una liebre mecánica sobre un raíl conectado por un alambre a un motor, de forma que los galgos pueden verla siempre moviéndose, mientras disputan su carrera. Esta liebre simboliza la perspectiva. y es la perspectiva la que marca el sentido de dirección.
Dios tiene un plan y una finalidad para nosotros, para nuestros grupos y para nuestro pueblo. "Bien me sé los pensamientos que pienso sobre vosotros,- oráculo del Señor-, planes de paz y no de desgracia, planes para daros un porvenir de esperanza" (Jer 29,11). El Salmo 32, 8 nos advierte: "Voy a instruirte y a mostrarte el camino a seguir; fijos mis ojos en ti, seré tu consejero" .
Nuestra primera tarea es reconocer esta realidad y buscar la oración de Dios.
¿Por qué esto tiene importancia? ¿Por qué debo comprometerme? ¿Por qué debemos hacer esto?
¿Por qué se debe dar a esto la prioridad?
¿Por qué estamos haciendo esto?
Decisión equivocada n° 3: Dirigentes sin motivación que no motivan a otros
Si miramos a nuestras vidas de dirigentes, ¿descubrimos celo, entusiasmo, entrega, fervor, fuego rebosante de inspiración? O, ¿nos encontramos llenos de apatía, de indiferencia, de desinterés y de pasividad? ¿Somos gente dormida, o, todavía peor, faltos de vida?
En la entrada de una de las mayores fábricas norteamericanas se lee esta leyenda: "Si eres como una carretilla, que sólo llega a donde la empujan, no pidas aquí trabajo" . También en la tarea espiritual hay que manifestar siempre iniciativa personal, celo y disponibilidad para andar un kilómetro más de lo que te piden.
¿De dónde brota la motivación? De la oración y de la comunión íntima con el Espíritu Santo. En la oración, Dios que nos recordará lo que ha hecho por nosotros y nuestro primer amor por Él, nos dará fortaleza para continuar. Los miembros de cualquier grupo o comunidad se fijan cuidadosamente en la vida de sus dirigentes y les imitan. Al igual que los discípulos de Jesús le observaban y siguieron sus ejemplos.
¿Cómo podemos motivar a otros en favor del Evangelio?
- Por el aprecio: Recordadles que son elegidos por Dios, que son importantes y algo especial para el pueblo y para la Iglesia. Son importantes no para el grupo o para la parroquia, sino para el Reino de Dios. Podría daros bastantes ejemplos de sacerdotes desmotivados, porque tanto sus personas como sus trabajos no fueron reconocidos y apreciados. No fueron sostenidos en su labor ni se les dieron muestras de aprecio.
- Por la alabanza: Todos hemos nacido con hambre de apoyo. El alentamos pone fuego en nuestros corazones y nos motiva.
- Por el amor: La gente necesita amor. Una atmósfera de amistad y una actitud de comprensión y de amor atraerá nueva gente y la motivará para servir a la Iglesia.
- Por delegación: Esto significa que puedo fiarme de otras personas para que hagan un trabajo bien hecho. Los dirigentes eficaces se multiplican por delegación, al compartir responsabilidades. El capítulo 18 del Éxodo es de los más importantes de la Biblia para comprender el liderazgo. Muchas veces pretendemos hacer el trabajo nosotros solos.
El problema no es la falta de motivación, sino la falta de oportunidades. Los pastores deberían descubrir los dones que su pueblo posee y ponerlos en actividad, creativamente. Nuestros futuros dirigentes están entre nosotros. El único problema es que no los hemos descubierto todavía.
Decisión equivocada n° 4: Los dirigentes no aprenden ni se dejan enseñar.
Jesús aceptó aprender. "Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres" (Lc 2,52). Sus discípulos tuvieron su aprendizaje. La falta de formación y aprendizaje conlleva inexperiencia. La inexperiencia conlleva ineficacia. ¿En qué zona necesitamos aprendizaje continuado? .
* Aprendizaje en fidelidad: "Fieles en todo" (I Tim 3,11).
* Aprendizaje en coherencia: ¿Están de acuerdo tus convicciones y tu vida? " Lo que tú eres habla tan poderosamente que acalla lo que dices. Asegúrate de que tu vida y conducta son por sí mismas una predicación" (S. Carlos y Borromeo).
* Aprendizaje en perfeccionismo. "Se maravillaban sobremanera y decían: "Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos'." (Mc7,37).
¿Qué estoy ofreciendo al Señor: lo mejor o las sobras?
Con Dios, primero ganas, después repartes.
* Aprendizaje en unidad: cómo se resuelven conflictos; permitimos que desacuerdos insignificantes destruyan la unidad.
Probablemente en nuestro ministerio de dirigentes hemos tomado con frecuencia decisiones erróneas. Mi petición sería que quedásemos convencidos para permitir que el Señor nos haga madurar. Por medio de su Enseñanza y con su discipulado aprenderemos a tomar "decisiones acertadas" .
(Traducción de NUEVO PENTECOSTÉS) (Nuevo Pentecostés, n.34-35)
Pocos días antes de que se jubilase un famoso banquero le preguntó el nuevo director del Banco: "Señor, ¿cuál fue el secreto de sus éxitos? Su contestación fue ésta: "'te puedo responder en dos palabras: Serás un buen director, si tomas buenas decisiones" .
El nuevo director del banco no debió quedar muy satisfecho con la respuesta, porque al día siguiente volvió a preguntarle al anterior y anciano presidente: "Señor, ¿cómo puedo llegar a tomar buenas decisiones? "El viejo banquero replicó con rapidez: "Hijo para responderte me basta una palabra: experiencia".
De nuevo, el joven director quedó desazonado con la segunda respuesta, y al día siguiente volvió a insistir a su ilustre predecesor: "Señor, ¿cómo obtuvo usted la experiencia?" Su tercera respuesta fue breve, pero sorprendente: "Muy fácil. De nuevo me bastan dos palabras. Obtendrás experiencia, a partir de las decisiones equivocadas" .
De este sencillo relato podemos aprender que un buen liderazgo es el resultado de unas buenas decisiones. Pero sólo en la ruta para adquirir experiencia, es casi imposible no adoptar un día u otro decisiones equivocadas. ¿Cuáles son esas decisiones erróneas que toman muchos responsables? ¿Cómo a partir de ellas, podemos aprender a tomar decisiones acertadas?
Decisión equivocada n° 1 : Descuido de la vida de oración
El escondido poder impulsor de la Renovación Carismática y de las demás formas de renovación espiritual es la oración ferviente. Es imposible pretender que la Renovación crezca en número y en calidad hasta ser una fuerza transformativa en la Iglesia, sin tener responsables y líderes que sean hombres y mujeres de oración.
Bastantes dirigentes suelen citar un número de causas por las que sus grupos no crecen. A pesar de ser ciertos los problemas de desencanto, el síndrome de puerta giratoria (por donde entro, por allí me salgo ), la falta de colaboración por parte de autoridades eclesiásticas, los conflictos internos, etc., sin embargo, Jeremías da una causa diferente de la falta de crecimiento en la obra de Dios:
'Es que han sido torpes los pastores y no han buscado al Señor; así no han actuado cuerdamente y toda su grey se dispersó" (Jer 10,21). Según este texto, muchos responsables cristianos han sido torpes en buscar la voluntad de Dios y su estupidez provino de su falta de oración.
Peter Wagner entrevistó a 572 pastores protestantes por toda América sobre el tema de su vida de oración. El tiempo medio empleado en oración por aquellos pastores cada día era de 22 minutos. (Se habla de oración en sentido estricto; no del estudio de la Sagrada Escritura, ni de la lectura de libros piadosos o de la audición de grabaciones religiosas).
Según dicha encuesta un 57% oraban menos de 20 minutos al día. Uno de cada tres pastores (un 34%) oraban de 20 minutos a una hora cada día. Solamente un 9% oraba una hora o más cada día.
"Ser llenos de Espíritu Santo está en proporción directa con nuestra oración". ¿Cómo podemos prometernos que el Señor 'actuará por nuestro medio, si no buscamos su rostro? ¿Como vamos a crecer en los frutos del Espíritu Santo y en el conocimiento del uso acertado de sus dones, si no dejamos que Dios nos instruya en la oración?
Si queremos ver una Renovación que brota pujante, florece y madura, arrepintámonos del pecado de falta de oración.
Decisión equivocada n° 2: Dirigentes que guían sin perspectiva
¿Significa perspectiva o visión saber que estamos en marcha? Le pregunté una vez al responsable de un grupo: " ¿Qué planes tienes para el año que comienza en tu grupo?" Su respuesta fue: No lo sé con exactitud, pero haré cuanto se pueda". ¿cómo un responsable va a "hacer cuanto se pueda", si no tiene una perspectiva, unas finalidades y una estrategia? Si no nos preocupamos en conocer y en realizar la misión que Dios nos ha dado, otros (el mundo) nos impondrán sus valoraciones.
Hacia el fin de su vida San Pablo podía afirmar: "He competido en la noble competición, he llegado a la meta en mi carrera, he conservado la fe" ( 2 Tm 4,7). No podría haberlo proclamado con tal seguridad, si no hubiese retenido con firmeza la perspectiva y la visión de Dios sobre su vida. Dios tuvo un plan sobre la vida de Pablo: "El Señor le contestó a Ananías: 'Vete, pues éste me es un instrumento de elección para llevar mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel'." (Hch 9,15). Pablo retuvo siempre ante sus ojos esta finalidad: "Corro hacia la meta para alcanzar el premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús" (Filipenses 3,14) .
El tener perspectivas motiva el avanzar. ¿Habéis visto alguna vez las carreras de galgos? El organizador coloca una liebre mecánica sobre un raíl conectado por un alambre a un motor, de forma que los galgos pueden verla siempre moviéndose, mientras disputan su carrera. Esta liebre simboliza la perspectiva. y es la perspectiva la que marca el sentido de dirección.
Dios tiene un plan y una finalidad para nosotros, para nuestros grupos y para nuestro pueblo. "Bien me sé los pensamientos que pienso sobre vosotros,- oráculo del Señor-, planes de paz y no de desgracia, planes para daros un porvenir de esperanza" (Jer 29,11). El Salmo 32, 8 nos advierte: "Voy a instruirte y a mostrarte el camino a seguir; fijos mis ojos en ti, seré tu consejero" .
Nuestra primera tarea es reconocer esta realidad y buscar la oración de Dios.
¿Por qué esto tiene importancia? ¿Por qué debo comprometerme? ¿Por qué debemos hacer esto?
¿Por qué se debe dar a esto la prioridad?
¿Por qué estamos haciendo esto?
Decisión equivocada n° 3: Dirigentes sin motivación que no motivan a otros
Si miramos a nuestras vidas de dirigentes, ¿descubrimos celo, entusiasmo, entrega, fervor, fuego rebosante de inspiración? O, ¿nos encontramos llenos de apatía, de indiferencia, de desinterés y de pasividad? ¿Somos gente dormida, o, todavía peor, faltos de vida?
En la entrada de una de las mayores fábricas norteamericanas se lee esta leyenda: "Si eres como una carretilla, que sólo llega a donde la empujan, no pidas aquí trabajo" . También en la tarea espiritual hay que manifestar siempre iniciativa personal, celo y disponibilidad para andar un kilómetro más de lo que te piden.
¿De dónde brota la motivación? De la oración y de la comunión íntima con el Espíritu Santo. En la oración, Dios que nos recordará lo que ha hecho por nosotros y nuestro primer amor por Él, nos dará fortaleza para continuar. Los miembros de cualquier grupo o comunidad se fijan cuidadosamente en la vida de sus dirigentes y les imitan. Al igual que los discípulos de Jesús le observaban y siguieron sus ejemplos.
¿Cómo podemos motivar a otros en favor del Evangelio?
- Por el aprecio: Recordadles que son elegidos por Dios, que son importantes y algo especial para el pueblo y para la Iglesia. Son importantes no para el grupo o para la parroquia, sino para el Reino de Dios. Podría daros bastantes ejemplos de sacerdotes desmotivados, porque tanto sus personas como sus trabajos no fueron reconocidos y apreciados. No fueron sostenidos en su labor ni se les dieron muestras de aprecio.
- Por la alabanza: Todos hemos nacido con hambre de apoyo. El alentamos pone fuego en nuestros corazones y nos motiva.
- Por el amor: La gente necesita amor. Una atmósfera de amistad y una actitud de comprensión y de amor atraerá nueva gente y la motivará para servir a la Iglesia.
- Por delegación: Esto significa que puedo fiarme de otras personas para que hagan un trabajo bien hecho. Los dirigentes eficaces se multiplican por delegación, al compartir responsabilidades. El capítulo 18 del Éxodo es de los más importantes de la Biblia para comprender el liderazgo. Muchas veces pretendemos hacer el trabajo nosotros solos.
El problema no es la falta de motivación, sino la falta de oportunidades. Los pastores deberían descubrir los dones que su pueblo posee y ponerlos en actividad, creativamente. Nuestros futuros dirigentes están entre nosotros. El único problema es que no los hemos descubierto todavía.
Decisión equivocada n° 4: Los dirigentes no aprenden ni se dejan enseñar.
Jesús aceptó aprender. "Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres" (Lc 2,52). Sus discípulos tuvieron su aprendizaje. La falta de formación y aprendizaje conlleva inexperiencia. La inexperiencia conlleva ineficacia. ¿En qué zona necesitamos aprendizaje continuado? .
* Aprendizaje en fidelidad: "Fieles en todo" (I Tim 3,11).
* Aprendizaje en coherencia: ¿Están de acuerdo tus convicciones y tu vida? " Lo que tú eres habla tan poderosamente que acalla lo que dices. Asegúrate de que tu vida y conducta son por sí mismas una predicación" (S. Carlos y Borromeo).
* Aprendizaje en perfeccionismo. "Se maravillaban sobremanera y decían: "Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos'." (Mc7,37).
¿Qué estoy ofreciendo al Señor: lo mejor o las sobras?
Con Dios, primero ganas, después repartes.
* Aprendizaje en unidad: cómo se resuelven conflictos; permitimos que desacuerdos insignificantes destruyan la unidad.
Probablemente en nuestro ministerio de dirigentes hemos tomado con frecuencia decisiones erróneas. Mi petición sería que quedásemos convencidos para permitir que el Señor nos haga madurar. Por medio de su Enseñanza y con su discipulado aprenderemos a tomar "decisiones acertadas" .
(Traducción de NUEVO PENTECOSTÉS) (Nuevo Pentecostés, n.34-35)