A DONDE SE DIRIGE LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA?

¿A DÓNDE ESTAMOS TODOS DIRIGIENDO LA RENOVACIÓN?

P. Ken Metz

Enseñanza dada durante el encuentro de los Comités Nacionales Europeos de Servicio de la Renovación Carismática, en Czestochowa, Polonia, del 15-19 de septiembre de 1994. Fue la revelación de los "paradigmas", que nos trajeron de cabeza durante todas las jornadas

La Renovación Carismática Católica es el 'movimiento' más grande en la Iglesia Católica. Existe en todos los lugares donde la Iglesia Católica está viva. La Renovación Carismática tiene sus raíces en el Sacramento del Bautismo. Está íntimamente conectada con la vida de la Iglesia Católica. Reflexionemos sobre su pasado y extendamos la vista hacia el futuro en un intento de comprender hacia dónde se dirige la Renovación o, mejor aún, hacia dónde estamos dirigiendo a esta Renovación.

- Durante bastante tiempo he estado preocupado por los problemas que me han planteado tanto los responsables de la Renovación Carismática como los sacerdotes. Muchos líderes de la Renovación se quejan de que los sacerdotes y párrocos no aceptan ni la Renovación, ni el bautismo en el Espíritu, ni la existencia ni el uso de los carismas. Los sacerdotes se me han quejado de las actividades de los católicos carismáticos, diciendo que sobrevaloran los carismas, que son excesivamente espirituales y que se exceden al reclamar su puesto en la Iglesia. Hace unas semanas en Tacloban, en las Islas Filipinas, me presentaban estos mismos problemas los miembros de las Coordinadoras Nacionales de servicios carismáticos de la región asiática del Pacífico. Aquí estoy oyendo hoy los mismos problemas. Para seros sinceros, este tipo de conversaciones me desazona, porque amo a la Iglesia y amo al sacerdocio.

¿Por qué existen estas tensiones? ¿Qué se esconde detrás de estas experiencias? Pienso que algunos de estos problemas brotan a causa de los distintos paradigmas o modelos que usamos: paradigmas de la Renovación y paradigmas de la Iglesia.

I. LOS PARADIGMAS

Los paradigmas tienen gran importancia en nuestras vidas. Nos movemos por paradigmas.

Un paradigma es un punto de vista, un modelo, un modo de entender, un marco de referencias, un conjunto de suposiciones con respecto a la realidad. y así es como nos enfrentamos con el mundo. A causa de nuestra educación tenemos esquemas diferentes. Provienen del mismo ambiente nacional. Nuestros padres nos los infundieron mientras nos sentaban en sus rodillas y nuestras experiencias personales han contribuido a esos paradigmas.

Nuestra forma de pensar, de ver las cosas permanece con nosotros durante años. Se resiste al cambio, aunque no siempre.

Si cambiamos de punto de vista comenzamos a ver el mundo de otro modo, y lógicamente las cosas comienzan a transformarse como resultado inevitable. Antes de Copérnico se suponía que el sol giraba en torno a la tierra. Después de él, se comprendió que era la tierra la que giraba en torno al sol y en torno a su eje. Este cambio de paradigma tuvo efectos inmediatos no sólo en el campo de la ciencia. Produjo un amplio efecto en la Iglesia al desafiar su interpretación teológica de la centralidad de la tierra donde el hombre habitaba. Como resultado la Iglesia tuvo una conciencia nueva del puesto del hombre en la creación.

Quiero sugerir que nuestros paradigmas, nuestro modo de entender la Renovación carismática y la Iglesia, son mucho más importantes de lo que pensamos. Han influido en nuestra actuación como líderes en el pasado y van a influir sin duda alguna en la dirección que demos a la Renovación en el futuro. Lo que pensemos que es básico en la Iglesia, va a influir sobre nuestra visión de la Renovación; y lo que pensemos que es básico en la Renovación Carismática, va a influir en nuestra visión de la misma Iglesia.

2. PARADIGMA DE IGLESIA

La clave para descubrir cómo entendemos la Iglesia estará en la visión que tengamos de la relación entre el sacerdocio y el laicado eclesial, puesto que ambos colectivos son miembros de la Iglesia.

¿Quiénes son los laicos? ¿Cómo concebimos la relación entre el laicado y los clérigos? Esto tiene su importancia, ya que a la Renovación Carismática se la considera, con frecuencia, como un movimiento laical dentro de la Iglesia. ¿Hay acaso un "coto laical para disparar, cazar y divertirse", como decía un obispo al Cardenal Newman en 1850? O, ¿es la tarea del laicado católico "rezar, mantener con su dinero la Iglesia y obedecer" como algunos repiten hoy? ¿Son los laicos competidores natos del sacerdote, como el Papa Bonifacio VIII sugería al escribir: "El pasado histórico muestra que los laicos han estado siempre enfrentados con sus sacerdotes...?" ¿Se ha de temer al laicado católico, como indicaba el Papa Pío X, al condenar en el Modernismo "su más peligrosa doctrina, que pretende hacer de los laicos un factor de progreso en la Iglesia"?

Prácticamente no hubo una teología del laicado hasta el Concilio Vaticano II ¿Por qué se dio esta situación? B. Turner escribe que, al repasar aspectos históricos y teológicos, aparece razonablemente un doble motivo que explica la falta de una teología laical:

"1) Inicialmente no existe razón alguna real, puesto que en la comunidad cristiana del Nuevo Testamento no se hace distinción entre clérigos y laicos. Hay diversidad de ministerios, pero no hay estructuras oficiales que separen la comunidad en dos clases o sectores. 2) Tampoco se percibe esta necesidad en los siglos sucesivos, porque la absoluta distinción entre clérigos y laicos era algo establecido". Lo que sucedió fue bastante simple: la Iglesia aceptó las clases del Imperio Romano y de la sociedad Constantiniana, que admitía distintos rangos. La sociedad civil se reflejó rápidamente en las estructuras y en la teología de la Iglesia. Aquellos rangos se convirtieron en castas, la distinción produjo diferencia y la separación pasó a ser subordinación.

Fue el P. Congar, O.P., el que comenzó a escribir sobre la teología del laicado a mediados de los cincuenta. Según su explicación los laicos eran plenamente miembros de la Iglesia, no ciudadanos de segunda clase o una clase inferior a los clérigos. Defendía que tal reconocimiento de los laicos no suponía sólo que la Iglesia tenía que construir una teología del laicado, sino que también tenía que construir una nueva teología de Sí misma. Sus escritos influyeron hondamente en el Concilio Vaticano II.

Quiero sugerir que el Concilio Vaticano II se dio un 'cambio de paradigmas'. El nuevo papel, que los Padres del Concilio asignaron al laicado, provocó problemas de identidad tanto entre sacerdotes como en laicos. Los Católicos comenzaron a ver a la Iglesia de muy distinta forma que en el pasado. Este cambio afectó las valoraciones mutuas entre laicos y clérigos. Una indicación de este cambio aparece cuando oímos decir a los laicos: "Nosotros somos la Iglesia". Están manifestando que ya no identifican la Iglesia solamente con la Jerarquía.

Modelos de paradigmas eclesiales

Leonardo Doohan sostiene que hay varias teologías o modelos del laicado vigentes hoy en la Iglesia. y no sólo son diferentes sino que se dan en ellos aspectos contradictorios. Según sea el concepto que tenemos de nosotros mismos como dirigentes, como clérigos o laicos-, del mismo modo conduciremos a la Renovación hacia metas diferentes. Somos una porción de lo que hoy está sucediendo en al Iglesia.

Las teologías o paradigmas de Doohan son cinco. Nótese que lo que llama teología del laicado presupone una teología de la Iglesia, pues clérigos y laicos son pueblo eclesial. Ha de advertirse también que estas teologías son descriptivas, pero no obligatorias, y en su descripción no se hacen juicios de sus aciertos o de sus errores, de su bondad o de sus deficiencias: Están simplemente ahí.

1 a) Teología. Los laicos como instrumentos de la jerarquía, no participan en lo que es esencialmente ministerio eclesial jerárquico.

. Su imagen podría ser una pirámide: Amplia base de laicos y clérigos en la cúspide.

. Ampliación del paradigma: Los laicos hacen por excepción lo que los sacerdotes no pueden hacer. Son como una extensión de los clérigos, que son verdaderamente la Iglesia.

. Fuentes: Graciano escribía: "Existen dos clases de cristianos". El Código de Derecho canónico, de 1917, habla de la "reducción" al estado laical de un clérigo como castigo. Usa en sus explicaciones la división tripartita de clérigos, religiosos y laicos.

2a) Teología: Presencia laical en el mundo; en ella al laico se le asigna, como misión específica, influir en el mundo viviendo en él el mensaje de Cristo y de la Iglesia.

. Imagen posible: Dos gruesas salchichas oblongas separadas.

. Ampliación: El laicado tendría su papel en el mundo secular, pero no en el ámbito de Iglesia. Los clérigos se dedicarían a la Iglesia y a lo supramundano. El dualismo del primer paradigma se continúa en el segundo con unos laicos inmersos en el mundo con una tarea de "iguales entre iguales", que supone que los clérigos son los "desiguales", sin mezclarse como parte de la comunidad humana o del mundo. El fin del laicado es trabajar de muchas más formas que como extensión de los sacerdotes, evitando así tanto el "clericalismo de los laicos" como la "laicización de la Iglesia".

. Fuentes: La encíclica "Christifideles Laici" subraya el carácter secularista de los laicos.

3a) Teología de la transformación mundanal, que reclama la responsabilidad del laico en las áreas de acción social.

. Imagen: Dos gruesas salchichas alargadas (como sub grupo del paradigma 1 con más funciones).

. Descripción ampliada: Los laicos se comprometen primordialmente en la acción social y los sacerdotes en las cosas espirituales.

. Fuentes: Muchas de las teologías de la liberación subrayan este aspecto.

4a) Teología de reestructuración eclesial que pone de relieve la colegialidad y la interacción del ministerio de los clérigos y de los laicos.

. Imagen: Un racimo de uvas.

. Ampliación descriptiva: laicos y sacerdotes trabajan conjuntamente y forjan unas nuevas relaciones y maneras de ministerios en común, sin las distinciones de los paradigmas 1-3. Existe un empeño de unidad al actuar así.

. Fuentes: El Código de Derecho Canónico, de 1983, que a la vez que conserva la triple división de los creyentes, abre nuevos campos de práctica pastoral y nuevas jurisdicciones para los laicos.

5a) Una teología, que se caracteriza como "exploratoria y sin rumbo fijo" y que, como Doohan sostiene, es la actitud de muchos laicos hoy.

. Imagen: Uvas sueltas en el fondo del frutero; nunca racimo.

. Descripción ampliada: Los laicos trabajan con sacerdotes o solos, sin prestar atención a cómo hay que actuar o a cómo sus acciones afectan a su comprensión de la Iglesia y a la unidad dentro de ella. Se trata más de una descripción que de una teología.

. Fuentes: Numerosos documentos de la Iglesia previenen contra este estilo de actuar, que aparece como destructivo de la unidad de la Iglesia.

3. PARADIGMAS DE LA RENOVACIÓN
CARISMÁTICA CATÓLICA EN EL PASADO

En medio de esta agitación llegó la Renovación Carismática, que fue muy afectada por el cambio de paradigmas. La Renovación para nosotros implicaba en sí misma un vuelco de paradigmas de impacto impresionante. Era como un cambio sobre otro cambio. Basta mirar nuestras vidas antes y después de ser bautizados en el Espíritu Santo. Veríamos como nuestras vidas cambiaban.

Para complicar más estos cambios, resulta que la misma Renovación Carismática tiene varios rostros y varios paradigmas. "Renovación" significa cosas distintas en distintos países: encuentros de oración, grupos de oración, ministerios de curación, comunidades de alianza, comunidades de vida casi religiosa, escuelas de evangelización, programas evangelizadores, sistemas de células parroquiales, etc. Además, como la Renovación se da dentro de la Iglesia, sus responsables han usado los 5 paradigmas o modelos de teología reseñados, al guiar a la Renovación. Veamos algunos ejemplos.

La "Inculturación" en la RCC.

La inculturación es un signo de la Iglesia Católica. También en la Renovación la gente incorpora sus experiencias de Renovación Carismática de acuerdo con sus paradigmas culturales y eclesiásticos. La inculturación se advierte en el silencioso recogimiento meditativo de muchos grupos franceses, en el palmear rítmico y en el batir de tambores de los grupos africanos, en el uso de las barras de incienso y de las posturas corporales en la gente de la India, lo que difiere bastante de mi experiencia de Renovación de habla inglesa en los Estados Unidos. Dado que estos estilos culturales no formaban parte de mi experiencia previa, he de admitir que recibieron algo de costumbres ya implantadas. Supongo que cualquier paradigma de Iglesia que aceptemos, influenciará nuestras elecciones de diferentes estilos de culto.

Inculturación en los estilos de liderazgo

Muy especialmente, veo que la inculturación afecta a los modos diversos en que los Comités y Coordinadoras Nacionales realizan sus trabajos. He podido ver Equipos nacionales de servicio imitando los paradigmas de relación intraeclesial en sus estructuras y actividades.

Paradigmas aplicados:

El Primero: Muy pocos han adoptado el estilo piramidal, dando su aprobación a los grupos y enviando enseñanzas unificadas para todo el país. Generalmente, se trata de responsables muy preocupados con el apoyo eclesial y jerárquico de su trabajo.

El segundo paradigma: Pocos usan este paradigma, dado que la Renovación C. C. es tan espiritual. Muchos se desentienden del mundo, excepto cuando animan a los participantes a tomar compromisos personales de alcance privado.

Tercer paradigma: Pocos se centran sólo en la acción social.

Cuarto paradigma: Bastantes lo usan, intentando trabajar unidos a la Jerarquía, sin buscar expresamente su aprobación, sino preocupados por la Iglesia en el mundo. Algunos sienten mucho la colegialidad, que se extiende a todos los tipos de Renovación en sus países.

Quinto: Conozco muy pocos que usen el quinto esquema, yendo a su aire independiente y considerando a la Iglesia como una antigualla retrasada.

En algunas partes del mundo es interesante el contacto de los responsables entre sí para conseguir un mejor servicio. ECCLA ha actuado así durante muchos años en Latinoamérica. Recientemente la CCCAP se creó para el mejor servicio en las regiones del Pacífico y Asia. Ambos colaboran con el ICCRS, dentro de un área específica. Les gusta usar el cuarto paradigma en el marco de una consulta y cooperación amplias.

Comunidades de vida

Las comunidades de alianza y otras formas de comunidad, que han redescubierto las ventajas de la vida comunitaria entre los laicos, tienen una gran importancia en la Iglesia. Ya que la Iglesia por su naturaleza es comunitaria, la existencia de estos grupos es un signo de Iglesia y para la Iglesia. Al reflejar a la Iglesia, hay gran variedad de estilos, de formas de gobierno y de alcance en los compromisos. Algunas comunidades son internacionales, otras nacionales y locales; algunas se dedican a la evangelización; otras se concentran más en el crecimiento espiritual de sus componentes.

Paradigmas aplicados:

El primero: Muchas de las comunidades siguen la estructura piramidal, pero el responsable no es sacerdote.

Segundo: Muy pocas imitan las salchichas.

Tercero: Pocas; en salchichas alargadas algunas las reseñamos después.

Cuarto: Algunas. Trabajan en racimo.

Quinto: Poquísimas comunidades van a su aire y aisladas como las uvas sueltas. Más tarde buscan alguna aprobación oficial, pero frecuentemente sin éxito. Luego, proclaman que la Iglesia no les entiende.

Escuelas y programas de Evangelización

Los programas y las Escuelas de evangelización brotan del deseo de compartir el Evangelio con los demás, como una consecuencia directa del bautismo en el Espíritu.

Paradigmas aplicados:

Primero: Pocas escuelas pirámide.

Segundo: Muy pocas salchichas que trabajen con laicos, pues estas escuelas no se centran ordinariamente en la conversión personal.

7ercero: Muy pocas, salchichas alargadas con campos entre clérigos y laicos muy divididos.

Cuarto: La mayoría trabaja en racimo.

Quinto: Muy pocas lo hacen como uvas sueltas y sólo cuando han recibido un importante impulso protestante en su desarrollo.

La acción social

La acción social es parte integrante de la evangelización según los Papas Pablo VI y Juan Pablo II. En la Renovación se dan buenos ejemplos.

El Minuto de Dios en Colombia ha edificado miles de casas para los pobres, lo mismo que muchas escuelas y una Universidad. A raíz del terremoto del 6 de junio de 1994, en el que 1.000 personas murieron y 20.000 perdieron su hogar, el grupo ha trabajado intensamente para levantar casas y ayudar a la gente afectada a comenzar de nuevo. La Conferencia Colombiana de Obispos puso al frente de los trabajos de socorro en la zona del desastre al P. Camilo Bernal, del ICCRS.

La comunidad francesa, Communaute du Chemin Neuf, sostiene clínicas en Francia, Zaire, Costa de Marfil y el Congo.
En Taclobam , Filipinas, la comunidad Gods Little Children (Niños de Dios), mantiene tres escuelas, varios consultorios médicos, una granja de cerdos, una fábrica de ladrillos, una de papel y una cooperativa de confección de vestidos. Sus miembros viven entre los pobres y trabajan por el desarrollo humano.

La Coordinadora Nacional de Uganda ha desarrollado un eficaz programa de educación del SIDA. En este país, que tiene uno de los mayores índices de contagio del SIDA, la Renovación dirige grupos de reeducación moral, que orientan en la enseñanza de la abstinencia sexual como la mejor respuesta a la pandemia del SIDA.

Paradigmas aplicados:

Primero: Muy pocos usan el paradigma piramidal.

Segundo: Usan bastantes el modelo salchicha.

7ercero: Lo usa la mayoría como esencial. Las salchichas se alargan trabajando en la sociedad.

Cuarto: Muchos trabajan en racimo.

Quinto: Pocos. Andan como uvas sueltas.

Aquí haría ya una primera pregunta para la discusión en pequeños grupos: ¿Qué paradigma encuentras que predomina en la Iglesia de tu país, en la Renovación Carismática de tu nación, o en la Coordinadora Nacional de servicios? Nuestra visión de la Iglesia emerge cuando volvemos la mirada sobre nuestras discusiones y nuestras actividades.

4. PARADIGMAS DE LA RENOVACIÓN CARISMÁTlCA CATÓLICA EN EL FUTURO

Una decisión que hay que tomar es hacia dónde hemos de conducir a la Renovación Carismática. No "tenemos que" ni "debemos" conducirla por un camino exclusivo. Tenemos que elegir opciones, seguir preferencias. El paradigma o modelo de Iglesia que elijamos va a afectar a nuestro modo de gobierno y a la dirección de la Renovación. Frente a la Renovación hoy, veo cuatro retos -existen más-, que los dirigentes tienen ante sí.

4.1. Reavivar la llama

El primer desafío que ha de enfrentar la Renovación es el reavivar la llama de los dones "recibidos por la imposición de las manos" (2 Tim 1,7) . En cualquier circunstancia en que se encuentre la Renovación, existe la necesidad constante de volver de nuevo a lo fundamental. La tarea de los dirigentes será procurar lo que San Pablo quería que hiciese Timoteo: pedirles que aviven la llama de los dones.

4.2. Integrarse en la Iglesia

Un segundo desafío para los líderes será buscar el modo de integrar más plenamente a la Renovación en la vida católica de cada momento. Nuestra experiencia del bautismo en el Espíritu Santo dentro de la Renovación es una experiencia fuerte y una revitalización del bautismo, aunque lo hayamos recibido muchos años antes. Para cumplir los deseos de Dios, la Renovación tendrá que buscar su realización dentro de la vida diaria de las parroquias y de las diócesis y no aparte de ellas o por un camino paralelo. Los carismas son para todos y no propiedad exclusiva de la Renovación.

Las frecuentemente tensas relaciones entre sacerdotes y Renovación son uno de los mayores problemas que en ella se dan. La integración encuentra sus mayores tropiezos, no en los miembros superiores de la Jerarquía, sino en los administradores intermedios, en los párrocos. ¿No será porque estamos actuando con distintos paradigmas de Iglesia?

4.3. Cooperación, no competencia

Un tercer reto con que se enfrenta la Renovación es la valoración de los distintos caminos con que Dios actúa entre nosotros. El orden del día podría ser: Cooperación, no enfrentamientos. El apoyo a tantos frutos de la Renovación, de las comunidades de alianza, de los ministerios, de las escuelas y programas de evangelización, etc., promoverá la causa de Cristo. Todos estos frutos son de Dios, sin importar el paradigma utilizado en el pasado.

4.4. Función profética

Aparte de estos retos más interiores, la Renovación se enfrenta a un desafío más amplio. La Renovación Carismática católica o es profética o muere. Fomentar los carismas, integrarse en Iglesia, cooperar con los frutos de la Renovación, todo forma parte de la función profética. El paradigma que elijamos aquí es muy importante.

Hace pocos meses el Arzobispo Cordes reclamaba al Consejo de ICCRS: "no seáis normales!". Él pensaba que la Renovación, siendo muy normal en la Iglesia, perderá su fuerza. Advirtió que la integración en la Iglesia significa que la Renovación no está por encima ni fuera de la autoridad de la Iglesia, pero tampoco se identifica con la estructura eclesial. Recuerdo que una vez me dijo un miembro de la Jerarquía: "No permitáis que la Iglesia haga con vosotros lo que hizo con las Ordenes religiosas". Puso a San Francisco de Asís como modelo de domesticación eclesial de un movimiento del Espíritu.

Al invitar a la Renovación a ser profética, el Arzobispo Cordes se hizo eco de las palabras del Papa en la audiencia general del 24 de junio de 1992:

La participación del pueblo de Dios en la misión mesiánica no se obtiene solamente por la estructura ministerial de la Iglesia y por los sacramentos. Esto también sucede por otro camino, el de los dones espirituales y carismas.

Más adelante en este discurso, el Santo Padre dijo que los miembros de la Iglesia han de seguir el aviso de S. Pablo de que busquen los dones espirituales y, en especial, la profecía. Como ejemplo de personaje profético recordó a Santa Catalina de Siena, que mandó al Papa, proféticamente, volver de Avignon, y concluyó diciendo:

Hay muchos creyentes y, sobre todo, muchos santos que comunicaron a papas y a otros Pastores de la Iglesia la luz y la fuerza, necesarias para el cumplimiento de su misión, especialmente en momentos difíciles para la Iglesia.

El 24 de enero de este año de1 94, el Papa habló aún más enérgicamente sobre el papel profético de los laicos:

La intervención del Espíritu Santo se necesita tanto para cumplir el oficio de testigo, como para ejercer el sacerdocio común. No se trata aquí de un temperamento profético, ligado a un don específico de orden natural, como algunos dan a entender en el lenguaje de la moderna psicología y sociología. Tratamos más bien de un aspecto de la profecía sobrenatural, como sugería el oráculo de Joel (3,2), citado por San Pedro el día de Pentecostés: "En los últimos días... vuestros hijos e hijas profetizarán" (He 2,11). Esto implica proclamar, transmitir, hacer resonar en los corazones de los hombres las verdades reveladas, comunicando la nueva vida concedida por el Espíritu.

Los pastores de la Iglesia exigen que los laicos sean proféticos. Dado que en la Renovación Carismática tratamos de seguir lo que el Papa nos dice, tenemos la responsabilidad de proceder proféticamente. Como dirigentes tenemos la responsabilidad de vivir proféticamente y conseguir que la Renovación sea profética.

Como he dicho repetidamente, el paradigma de la Iglesia que usemos, va a afectar a la orientación que demos a la Renovación. Quisiera, pues, presentar una segunda y tercera pregunta para discutir con el Señor en vuestra oración con vuestros grupos: ¿Qué paradigma o modelo ves que te va mejor? ¿De qué maneras concretas piensas que tú y tu equipo podéis responder a los retos que hoy tiene la Renovación? Las dos respuestas están entrelazadas. Quién sabe si el Señor nos pide hoy un cambio de paradigmas. Tal vez la Renovación desde su experiencia profética tiene algo que decir a la Iglesia con referencia a los paradigmas que está usando. Ahondemos en los caminos del Señor. Yo no quisiera, y pienso que vosotros tampoco queréis, que nos hagamos preguntas estúpidas o que nos enredemos con conocimientos inútiles.

5. CONCLUSIÓN

La Renovación Carismática tiene sólo un poco más de un cuarto de siglo de existencia. Es algo maravilloso. Pero reflexionemos. La Iglesia católica existe ya hace 20 siglos (¡es 79 veces más antigua que la Renovación!). Las oficinas del ICCRS en el Palazzo della Cancelleria, del Vaticano, se construyeron hace 5 siglos (Hace 20 veces más que la Renovación). Los cimientos del templo que se ven en la planta baja del mismo palacio, se excavaron hace 16 siglos (son 64 veces más antiguos que la Renovación). Desde el privilegiado punto de vista de la Iglesia, la Renovación Carismática es sólo una criatura joven. Sin embargo, lo que Dios ha hecho en ella este primer cuarto de siglo es una verdadera maravilla. Realmente es obra de Dios y no de los hombres.

Pido hoy para que podamos ser dirigentes fieles de esta Renovación. Que sepamos usar los paradigmas de Iglesia y de Renovación que favorezcan ese impulso de Dios sobre la faz de la tierra, que se llama Renovación Carismática católica.

Notas

Un buen material sobre paradigmas y sus efectos en la vida, se halla en Stephen R. COVEY, The seven habits of successful people, New York, Simon and Schuster, 1989), p. 23 y ss.

Para la historia de las relaciones entre sacerdotes y laicos, véase el excelente artículo de Barbara TURNER, "Theology of the Laity", en Salesianum, Primavera/verano 1994, p. 5-12.

Leonard DOOHAN, "Laity, Theology of", En: The New Dictionary of Sacramental Worship. (Collegeville, Mn, Liturgical Press, 1990), p. 640.

Tradujo: NUEVO PENTECOSTÉS (Nuevo Pentecostés, nº 34-35)