HISTORIA DE LA COMUNIDAD


El Señor llama a los suyos.
La Comunidad Siervos de Cristo Vivo tiene su origen remoto en 1973 cuando el Señor llama en el mismo año a las tres personas que serán luego los fundadores a tener una experiencia personal de su amor.
En enero llama a María Armenteros, a fines de julio al P. Emiliano Tardif y a finales de año a Evaristo Guzmán que empieza a asistir a un grupo de oración en Nagua.
Al volver el P. Emiliano a la República Dominicana en 1974, ya sanado del tuberculosis pulmonar que lo apartó de su ministerio sacerdotal en el país, comienza a trabajar en Nagua y Pimentel, como se cuenta en el segundo capítulo de su libro "Jesús está vivo". Se empeñó en formar grupos de oración de la Renovación Carismática y poco a poco, con Evaristo, van haciendo un equipo de predicación. En esta misma época Pura Deogracia empieza a trabajar con el P. Emiliano también, cuando va a dar retiros en Samaná.
Por otra parte, en Santo Domingo el Señor ha llamado a María en la misma línea. Es interesante ver como la llama a ser "una luz en el mundo" en el año 1975. Cuando ella le pregunta cómo lo hará si no conoce a nadie en el mundo, le responde "ese no es tu problema sino el mío".
Es claro que ya el Señor estaba pensando en la futura Comunidad. A Evaristo más tarde le dirá "ocúpate de mis cosas, que yo me ocuparé de las tuyas".
El Señor forma su equipo
El Señor los une a los tres por primera vez como equipo en enero del año 1976 durante ECCLA IV, celebrado en Caracas, Venezuela, (ECCLA = Encuentro Carismático Católico Latino Americano). Los tres habían ido como miembros de la delegación dominicana. Al llegar, se acercan al P. Emiliano para rogarle encargarse del ministerio de sanación, pues el sacerdote que iba a dar ese servicio no pudo asistir. El Padre Tardif acepta y pide ayuda de cuatro personas más, entre los que estaban Evaristo y María. La gente de ECCLA no les conocía, y se sentían un poco defraudados por la falta del otro sacerdote, pero algunos vinieron a pedir oración.
Todavía recuerdan con emoción el poder tan grande que el Señor les dio durante estos días. "Parecíamos, diría Padre Emiliano, tres teléfonos con una sola línea por la unión en el Espíritu que surgió entre los tres". Fueron tantas las bendiciones, que se corrió la voz entre los delegados de los distintos países, y muchos acudieron para experimentar los frutos de su intercesión.
Allí, los delegados responsables de la Renovación en los diferentes países de Latinoamérica, les conocieron, y comenzaron las invitaciones "al P. Emiliano y su equipo".
En julio del año 1977 los tres asistieron por primera vez como equipo a Kansas City, USA, al primer encuentro carismático ecuménico del mundo Con una asistencia de 55,000 personas, donde compartieron con los de habla hispana.
Al año siguiente, 1978, fueron invitados a Miami, Florida, y esta vez les acompañó Yolanda (la esposa de Evaristo), quien ya se había unido al equipo de predicación.
La necesidad de formar una comunidad.
En el Corazón de los que trabajaban juntos se iba haciendo cada vez más clara la necesidad de fundar una Comunidad. El día 3 de septiembre de 1979 están en Ecuador, predicando por invitación del Padre Jorge Bravo, S. J. Unos días antes habían estado hablando con Monseñor Uribe Jaramillo de la necesidad que sentían de formar Comunidad. Saliendo de la iglesia de los Jesuitas, en Quito, el Señor le dio a María el nombre que debería llevar la Comunidad: Siervos de Cristo ViVo.
En julio de 1980, hacen el primer Retiro juntos con vías de integrarse más como equipo de predicación. Este Retiro fue predicado por el P. Ramón de la Rosa y asistieron el P. Emiliano, Evaristo, Yolanda, Pura y María. Tuvo lugar en Samaná. Ya estuvo clara la necesidad e inminencia de la fundación.
Se vacía la zapata
En mayo de 1981 estuvo el equipo en Madrid, España, y allí conocieron a John y Nidia Feury. Se iniciaba con ellos una relación que daría como resultado que el Padre Emiliano les invitara a venir a cooperar en el trabajo de evangelización que se hacía con miras a venir a formar la futura Comunidad.
Ocurrió así: El 8 de diciembre del mismo año (fiesta de la Inmaculada), Monseñor Nicolás de Jesús estaba celebrando una Eucaristía en el Colegio Quisqueya, Santo Domingo. Nidia y John (quienes estaban en la República para las fiestas de Navidad) se le ofrecieron en sumisión. Monseñor les dijo: "¿Por qué no hablan con el Padre Emiliano? Él sabrá mejor que yo de una parroquia que pueda usar a una pareja comprometida".
A la semana siguiente fueron a buscar al Padre Emiliano en la parroquia San Pablo, en La Romana, y le contaron lo que había dicho el Arzobispo. El Padre Emiliano contestó: "Ustedes no van a ninguna parroquia. iUstedes van a quedarse conmigo! " Y en las próximas horas compartió la ilusión de los tres, Evaristo, María y él, de formar una comunidad de laicos dedicada a la evangelización. Salieron de la Parroquia aquella tarde con la invitación de venir a la República para ser, no tanto fundadores sino la zapata de la nueva Comunidad.
En el mes de julio de 1982 llegan al país Nidia y John, y van a vivir a La Romana integrándose al trabajo de evangelización. También coopera activamente Emenegilda Almánzar a través de la parroquia de San Pablo, La Romana.
28 de noviembre de 1982
Finalmente se ponen de acuerdo para dejar formada la Comunidad Siervos de Cristo Vivo y se reúnen en Samaná los días 27 y 28 de noviembre de 1982, para juntos hacer un Retiro y pedir al Señor que les hablara.
Así quedó integrada la Comunidad por los ocho primeros: el P. Emiliano I Tardif, Evaristo y Yolanda Guzmán, María Armenteros, John y Nidia Fleury, Pura Deogracia y Emenegilda Almánzar.
La profecía que más se destacaba es: "El que mucho ama, es capaz de hacer grandes sacrificios por el amado".
Hogar Paz
Se decide empezar el Ministerio de Cassettes y Libros en los Retiros. Para ello, entre todos aportan para comprar el carro y los diferentes aparatos eléctricos, así como los primeros libros.
Se vio la necesidad de buscar una casa en Santo Domingo. En todo vimos la mano del Señor, pues se consiguió muy fácilmente. En enero del 1983 los Fleury hicieron mudanza a la Calle Max Henríquez Ureña, Los Prados, Santo Domingo y fundaron el Hogar Paz, la primera casa de la Comunidad. Con la autorización del Sr. Arzobispo Nicolás de Jesús López Rodríguez se dejó el Santísimo Sacramento en la capilla. Unos meses más tarde vino Pura Deogracia para formar comunidad.
La Providencia
Algo muy marcado desde el principio fue la providencia de Dios para satisfacer las necesidades de los diferentes ministerios y de las personas dedicadas al trabajo de la Comunidad. Son numerosos los testimonios de situaciones en que se necesitaba una cantidad de dinero específica que de algún modo llegaba hasta nosotros. Por ejemplo: un bienhechor daba la cantidad notable de RD$5,000.00. Por esos días había ocurrido un accidente y el carro de la Comunidad quedó en muy mal estado. Cuando se mandó a arreglar, la cuenta del mecánico ascendía a la misma cantidad donada. Así el Señor atendía nuestras necesidades.
Los Ministerios
El día 14 de febrero de 1984 comienza el Ministerio del Teléfono de Oración. El mismo Sr. Arzobispo era el primero en anunciarlo, en un programa de televisión. Se formó un equipo entre los Cooperadores de la Comunidad, Con una profunda mística de amor y unión a través de la oración de intercesión.
A la vez las peticiones para el Ministerio de Retiros se multiplicaban y la Comunidad tuvo la oportunidad de evangelizar en muchos lugares dentro y fuera del país.
En el mes de noviembre de 1984 comienza el Ministerio de la Evangelización por Radio, con dos programas semanales por Radio ABC, a cargo de John y Nidia. Por las cartas recibidas, así como por las llamadas comprendemos la importancia de esta forma de evangelización.
Nuestra propia Casa
A medida que iban pasando los meses se dieron cuenta de que el Hogar Paz les quedaba pequeño y que ya era necesario buscar algo mejor.
En noviembre de 1984 tuvimos noticia de una casa. Era grande y bella, muy adecuada para lo que se quiere.
La anterior dueña nos dijo que por mucho tiempo la entrada había sido marcada con el letrero "Estancia Agnus Dei". La única dificultad era el precio tan elevado. Sin embargo, con las donaciones de muchas personas, la casa se pagó a los seis meses.
Llegó la fiesta de San José, el 19 de marzo de 1985 y se inauguró la Casa. La bendición estuvo a cargo del Señor Arzobispo Nicolás de Jesús López Rodríguez, y la Eucaristía fue concelebrada por nueve sacerdotes con la participación de unas 400 personas.
Se decidió nombrarla "Casa de la Anunciación", y comenzar la adoración al Santísimo Sacramento expuesto, en la fiesta de la Anunciación, el 25 de marzo de 1985.